viernes, 2 de abril de 2010

Solo estas tú.


Que me cuente tu suspiro
En que rincón he de caer.
Que me cuente tu boca
Que dulce miel he de beber.
Porque esos labios que sentí
Me han hecho olvidar el mundo,
La vida.
Y como un rio de hojas amarillas
Solo haz quedado tú,
Solo tú.
Y de ese aspecto tan fugaz que me dispara
Me haz estallado el corazón con una bala
Que me disipa entre tus ojos todas las fronteras,
No hay barreras.
No hay cantos gregorianos que me sofoquen
Que me hagan clamar en el silencio.
Tu voz es como la muerte que me llama,
Me cubre la cara y solo se disfraza.
Me ronda el cuerpo
Como si de juguete de cuna se tratara;
Me transportas,
Me idolatras,
Me haces caer del torbellino de tu mirada
Como esa gota de agua en mi ventana.
Y luego estas tu
Simplemente como te vi,
Desde un inicio, un comienzo y un final.
No hay huracán para entorpecer tu andar,
No hay canción que desborde tu manantial,
Solo estas tú.

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