domingo, 26 de mayo de 2013

Amarte y besarte

Contemplarte y no tenerte Sería tan crudo como tenerte y no besarte El precipicio abismante de amarte el día de mi muerte Porque no quiero contemplarte y no tenerte Quiero templarte y besarte Quiero regresar del abismo de la muerte De las carcajadas cínicas de la vida No quiero tenerte y no contemplarte Quiero amarte y besarte.

jueves, 22 de abril de 2010

Ladrón de sueños


De rojo te me apareces de negro
Como arbusto ardiente entre las sombras disgustadas
Rojo como la puesta de sol entre las montañas
Y al anochecer
Negro es el cabello que ostentas con tu mirada.

No miro la luna en mi ventana
Ya ni se como ha soportado el firmamento
Entre sabanas que no me cobijan
Ni almohadones que me acompañan.

Cambio el reflejo de las estrellas en mi cuarto
Por una imagen tuya entre mis ojos cerrados
Capturándote toda la noche.
No hay zumbidos en mi oído
Ni melodías que me distraigan,
Quedaste estampada en mi memoria cobijando mis pensamientos
Martillando de repente mi atención y mis disgustos en silencio.

Me preguntas porqué soy así
Y aun no sabes que siempre he estado aquí.
Dímelo en tu idioma:
El susurro de los ángeles,
Dímelo desde el fondo de tu alma
Puedo oírte desde lejos
Tu voz es tan profunda
Y mi cariño es tan sincero,
No le creas al silencio,
No distraigas tu mirada.
Hoy es tan perfecto
Solo tus miedos te delatan.

miércoles, 7 de abril de 2010

Camino errante


Cuánto hemos de andar
Como si de pisadas rotas se alimentase la tierra
¿Acaso no vez que ya se ha ocultado el sol?
¿Acaso no comprendes del errante su dolor?

Este mundo nos atrapa lentamente en la miseria
Quizá algo así como un capullo de seda.
Nos besa, nos envenena, nos delata
Y si topamos fondo el que va al frente nos remata.
Y sin embargo del hilo que colgamos aún no vemos;
El mundo, nuestra miseria,
Es un péndulo que tambalea frente a los ojos
Como si ya no nos hicimos lo suficientemente ciegos
Para verlo todo.

Pequeños zancudos ya comienzan a olfatear
Mi alma somnolienta
Ya todo pierde valor ante lo que llamamos “vida”.
Ni un solo vicio que declarar,
El silencio es hoy el dilema perfecto,
Así como nunca ha existido jamás.

Alameda 2’50



Me quedaría este segundo completo contemplando aquella calle
Que de historias conoce más que de filosofía la gente.
Una tras otra descienden su paso al andar,
Se tocan el hombro como taladrando su paz.
Esa gente que se dice de si,
Como sus intenciones colmadas de frialdad
Reencarnan uno tras otro sus deseos de brutalidad.

Esa esquina guarda memorias
Que el pasado encomendó allí sus recuerdos.
Miles de pasajeros y sus baúles llenos de esperanzas
Niños mirando al suelo buscando sus reflejos
Y mientras tanto la vida los aplasta quitándoles el rostro
Enseñándoles las mascaras.

Carros y animales andando –de aquí para allá-
Y una avecilla detenida en aquel árbol.
Todo es perfecto,
Todo es tan normal
Qué es un alma perdida
Esto no es humanidad.

Llueve y llueve diez para las tres
Y gota a gota va mojando lentamente el pavimento.
Prefiero pensar que esto no es verdad,
Prefiero voltear y ocultarme de la realidad.
Mientras tanto más historias aguardarán tras esta tumba,
Tumba de secretos,
Tumba de soledades,
Tumbas de olvidos.

Tierras del sur


Tierno el paraje aledaño a tus cumbres
Que te impacta de fuegos antorchados por la noche
De tu imponente voz que me ataña
Y por la mañana los becerros que a tu antojo rebañas.

Las laderas por el rio que te baña
Siempre aparente fortuna; oro y plata
Te embravece aquella cordillera en lo alto
Y el sudor de la tierra
Derramada en su llanto.

Vuela ave silvestre con tu canto
Y ave rapaz siembra de noche el espanto
Llama a la luna y a estrellas
Como fraterna alianza
Ha visto su huella.

Corre puma que te alcanzo
Y aún más
Vuela que te ataco.
Roedores de sueños
Fríos y llanto
Toma de tu codo mi manto
Tiembla el suelo que ya arranco
Porque pa’ tus tierras
Hoy me levanto.

Fruto prohibido

Y aqui te he traido
de este, tu fruto predilecto,
que inunda fronteras de insomnio
y parajes, de frutos secos.

Te obsequio
de esta semilla
el dulce aroma de lo incierto
el pudor de los cielos estrellados
y del mar embravecido, su aliento.

Se agota
y de aquel sendero que retuerce el caminante
se envenena,
se marchita,
porque ningun cruel espanto
palpará tu viña;
tu sendero será inagotable como la luna.
De tu mano
estos frutos fluyen de agua partida
de ese aliento,
de esa brisa,
de ese espanto,
de esa sonrisa,
mis semillas sembrarán el fruto
que de humano se ha llamado prohibido

viernes, 2 de abril de 2010

Solo estas tú.


Que me cuente tu suspiro
En que rincón he de caer.
Que me cuente tu boca
Que dulce miel he de beber.
Porque esos labios que sentí
Me han hecho olvidar el mundo,
La vida.
Y como un rio de hojas amarillas
Solo haz quedado tú,
Solo tú.
Y de ese aspecto tan fugaz que me dispara
Me haz estallado el corazón con una bala
Que me disipa entre tus ojos todas las fronteras,
No hay barreras.
No hay cantos gregorianos que me sofoquen
Que me hagan clamar en el silencio.
Tu voz es como la muerte que me llama,
Me cubre la cara y solo se disfraza.
Me ronda el cuerpo
Como si de juguete de cuna se tratara;
Me transportas,
Me idolatras,
Me haces caer del torbellino de tu mirada
Como esa gota de agua en mi ventana.
Y luego estas tu
Simplemente como te vi,
Desde un inicio, un comienzo y un final.
No hay huracán para entorpecer tu andar,
No hay canción que desborde tu manantial,
Solo estas tú.