miércoles, 7 de abril de 2010

Alameda 2’50



Me quedaría este segundo completo contemplando aquella calle
Que de historias conoce más que de filosofía la gente.
Una tras otra descienden su paso al andar,
Se tocan el hombro como taladrando su paz.
Esa gente que se dice de si,
Como sus intenciones colmadas de frialdad
Reencarnan uno tras otro sus deseos de brutalidad.

Esa esquina guarda memorias
Que el pasado encomendó allí sus recuerdos.
Miles de pasajeros y sus baúles llenos de esperanzas
Niños mirando al suelo buscando sus reflejos
Y mientras tanto la vida los aplasta quitándoles el rostro
Enseñándoles las mascaras.

Carros y animales andando –de aquí para allá-
Y una avecilla detenida en aquel árbol.
Todo es perfecto,
Todo es tan normal
Qué es un alma perdida
Esto no es humanidad.

Llueve y llueve diez para las tres
Y gota a gota va mojando lentamente el pavimento.
Prefiero pensar que esto no es verdad,
Prefiero voltear y ocultarme de la realidad.
Mientras tanto más historias aguardarán tras esta tumba,
Tumba de secretos,
Tumba de soledades,
Tumbas de olvidos.

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